SEMANA SANTA EN LYON
Lyon es una de las ciudades más importantes de Francia.
Capital de la seda y lugar de nacimiento del Guiñol, se encuentra ubicada entre
y alrededor de dos ríos, el Ródano y el Saona. (La península central de Lyon
nos recordó en forma a un mini Manhattan y la llamamos así durante todo el
viaje.).
Viajamos con Renfe desde Barcelona, en un viaje que dura 6 horas, y para alojarnos nos decidimos por un apartamento que reservamos a través de Booking en la zona de Saxe-Gambetta. Es un barrio cercano a la estación de Part Dieu, donde nos dejaba el tren, y cercano a todos los puntos de interés, bien andando o usando los diferentes tipos de transporte público que tiene la ciudad.
Nos fuimos 5 personas, de ahí que el apartamento fuera
nuestra mejor opción, tanto a nivel de precios, como por los espacios comunes.
Para visitar la ciudad sin complicaciones, nos compramos
la Lyon City Card, que nos incluía la entrada a las principales “atracciones”,
así como el uso ilimitado del transporte público. La cogimos para 3 días, ya
que tras darle varias vueltas vimos que era la opción que más rentable nos
salía y que mejor íbamos a aprovechar. Nosotros la compramos en el Punto de
Información Turística que está ubicado en el centro de la Place Bellecour. El
precio de la tarjeta para 3 días en 2017 es de 37,90€ a través de la web
oficial.
Y vamos allá con nuestro planning…
PRIMER DÍA:
Llegamos a Lyon alrededor del mediodía y nos fuimos directos
al apartamento, donde habíamos quedado con la dueña para que nos lo enseñara y
nos diera las llaves. Fue un trayecto corto a pie que ni llegó a los 15min
(teniendo en cuenta que arrastrábamos las maletas).
Tras dejar los trastos, salimos a la aventura buscando
donde comer. Como teníamos que comprar las tarjetas de Lyon City Card nos
dirigimos a pie hacia la Place Bellecour, plaza más importante y ubicada en la
península central de Lyon. Encontramos justo en la plaza un restaurante
italiano con precio razonable y ahí nos quedamos.
Al acabar, compramos las tarjetas y aprovechamos para
reservar uno de los tours guiados que nos incluía. Nos decidimos por uno que
recorría el barrio de Croix-Rousse. Nos tocó cogerlo en francés, pues el inglés
estaba completo.
Orilla del Ródano |
Al acabar nos dirigimos a pié hacia el Parc de la Tête
d’Or, situado al nordeste de la ciudad. En nuestro recorrido pasamos por la
place des Jacobins, así como por las calles más comerciales, hasta que llegamos
a la orilla este del Ródano que fuimos recorriendo hasta el parque.
Invernadero Parc Tête d'Or |
Aunque visitar un parque a veces no pueda resultar del
agrado de todos, Tête d’Or nos sorprendió por sus muchos espacios y el pulmón
que da a la ciudad. Además por su tamaño y puntos de interés, invita a realizar
una caminata pausada, pero reconfortante.
Dedicamos el resto de la tarde a pasear por él
aprovechando que el tiempo acompañaba. Al caer la noche bajamos dando un paseo
por el apartamento intentando ver otra zona de la ciudad.
SEGUNDO DÍA:
En nuestro primer día completo en la ciudad teníamos un
objetivo claro, recorrer todos los rincones de la zona de Vieux Lyon, barrio
medieval y renacentista a los pies de la colina de Fourvière, junto a la orilla
oeste del río Saona.
Vieux Lyon desde el río Saona |
Nuestra primera parada fue el Musée Miniature et Cinéma,
situado en una de las principales calles de Vieux Lyon, la Rue Saint Jean. Nos
habían recomendado mucho este museo y, sinceramente, no nos decepcionó para
nada.
El Musée Miniature et Cinema viene incluido en la Lyon
City Card. Cuenta con 2 exposiciones que nos llevará unas 2 horas recorrer. En
la primera exposición descubrimos piezas de rodajes de cine que nos enseñaran
técnicas de efectos especiales. Así mismo podemos encontrar decorados de la
película “El Perfume”, trajes que rápidamente reconoceremos como el de
“Robocop”, máscaras, monstruos de “Gremlins” y así hasta 350 piezas.
En la segunda parte de la exposición podremos ver 120
escenas en miniatura que son obra del artista Dan Ohlmann.
De verdad, que tras verlo, lo recomiendo encarecidamente.
Disfrutamos mucho la visita y sacamos multitud de fotografías.
Al salir del museo volvimos unos pasos atrás para visitar
la Cathédrale Saint Jean Baptiste de estilo románico y gótico y ver su
interior.
Se nos hizo la hora de comer (y más teniendo en cuenta
que en Francia es bastante antes de lo que estamos acostumbrados) y nos pusimos
a recorrer la calle principal hasta
encontrar sitio en uno de los restaurantes típicos que desbordan la zona. De
verdad, hay uno en cada esquina y me quedo corta.
Tras una excelente y deliciosa comida típica volvimos a
recorrer el barrio simplemente paseando y entrando en los famosos Traboules,
que son pasillos entre edificios creados uniendo patios interiores y que tienen
un encanto singular. En Información y Turismo reparten mapas para poder
encontrarlos fácilmente.
A media tarde pusimos rumbo hasta el Théâtre La Maison de
Guignol, también ubicado en Vieux Lyon, donde habíamos reservado entradas por
internet para poder ver una función de Guiñol, el espectáculo nacido en la
ciudad. Esta actividad también está incluida en la Lyon City Card.
Elegimos la obra Objectif Mars!, ya que creíamos que nos
sería más fácil entenderla. Del grupo, ninguno dominamos el francés, así que
debía ser algo sencillo de interpretar visualmente.
La obra dura 45min y cuando la función acaba te enseñan
la parte trasera del telón, para poder entender como hacen el espectáculo y
como consiguen mover los guiñoles.
Plaza Croix-Rousse |
TERCER DÍA:
Para haceros un resumen acertado del tercer día que
pasamos en Lyon tendría que decir que fue de aquellos días en los que todo
empieza saliendo mal, pero que consigues acabar el día con una gran sonrisa y
satisfacción.
Nuestro tercer día estaba completamente preparado y
organizado, pero nada salió como estaba previsto…
Mural en Croix-Rousse |
Excursión guiada en francés: Traboules de la Croix-Rousse
et Mur des Lyonnais
Para no hacerme muy pesada, solo os diré que el guía
hablaba sin parar, pero de una manera bastante sosa. Además le daba igual si
perdía a gente del grupo por el camino, cosa que pasó varias veces. Y ya para rematar,
el recorrido no nos estaba gustando nada.
Conclusión: En un momento de despiste, huimos del grupo y
seguimos por nuestra cuenta.
Nuestro siguiente destino era la Basílica de Notre Dame
Fourvière, así que nos fuimos hacia allí paseando por el barrio hasta llegar a
un metro.
La Basílica, ubicada en la cima de la colina que lleva el
mismo nombre, se puede ver desde toda la ciudad de Lyon. Tiene una estructura
muy cuidada y espectacular y cuenta con un mirador con vistas inmejorables de
toda la ciudad.
Fourvière |
Justo al acabar nos fuimos hacia la entrada de la
basílica porqué queríamos hacer el tour por sus tejados, pero como Murphy no
estaba de nuestro lado, para cuando llegamos el grupo ya estaba completo (¡¡¡Y
eso que faltaba más de 1h para que empezara el tour!!!)
El día ya no podía ir a peor… (Y no lo fue, por suerte),
así que visitamos la basílica por dentro, que, por cierto, vale mucho la pena y
dejan pasear arriba y abajo sin problemas, y por fuera, deteniéndonos sobretodo
en el mirador. Decidimos bajar andando la colina para poder llegar hasta los
Teatros Romanos, que se encuentro a apenas 10 minutos andando de allí. Estas
estructuras romanas fueron inauguradas en el año 43 AC . Actualmente son de
visita libre que puede complementarse con la entrada al museo adjunto.
Nosotros nos limitamos a pasear por ellos y dejarnos
deslumbrar ya que se encuentran en muy buen estado de conservación y se puede
pasear y sentarse en prácticamente todas las zonas de los mismos.
Teatros Romanos |
Esta actividad también está incluida en la Lyon City
Card. Los barcos realizan un recorrido por el río Saona desde Vieux Lyon hasta
la confluencia entre este río y el Ródano.
Un paseo de 1h aprox. que nos da una visión diferente de
la ciudad y nos permitió ver el barrio de “Confluences” al sur de la península
central. No nos iba a dar tiempo a verlo y con el crucero nos pudimos hacer una
idea.
Al finalizar el crucero decidimos dar un paseo por toda la
zona sur de la Place Bellecour, hasta la zona de la estación de Perrache.
Alargamos algo la jornada, lo que nos permitió obtener algunas bonitas
instantáneas de la puesta de sol sobre Lyon.
CUARTO DÍA:
El último día nos levantamos temprano y dejamos las
maletas listas para nuestra vuelta. Acordamos con la propietaria del piso que
las dejaríamos allí hasta el mediodía. Como nuestro tren no salía hasta las
14.30h, nos cogimos el tranvía y nos fuimos a ver el Musée des Confluences,
ubicado en el extremo de la “isla central”, donde el Saona y el Ródano
confluyen. La entrada al mismo también estaba incluida en la Lyon City Card.
El museo es grande y da para horas de visita, pero
nosotros aligeramos el paso e intentamos ver, al menos, todas las exposiciones
permanentes, aunque al final también nos dio tiempo a ver una temporal sobre
animales venenosos. Este museo está ubicado en un edificio ya de por si
singular obra de la agencia austríaca Coop Himmelb, que firman otros edificios
realmente singulares por el mundo. Es un edificio de cristal, hierro y acero
inoxidable.
He intentando buscar una definición correcta para lo que
se visita en el museo, pero tiene y toca tal variedad de elementos, que no
sabría como definirlo. Creo que casi mejor os invito a visitar su web y
descubrir parte de su contenido.
Y hasta aquí nuestro viaje a Lyon ya que tras salir del
museo, recogimos nuestras maletas en el apartamento y de ahí a buscar el tren
de regreso.
Esta ciudad creo poder decir que nos dejó un buen sabor
de boca a todos. Lyon cuenta con barrios muy antiguos, pero así mismo muy bien
conservados y con otros de absoluta modernidad.
Es una ciudad para todos los gustos y sobretodo visitable
en pequeñas escapadas.
Para mí, una visita 100% recomendable.
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