PROBAMOS WAYNABOX: 2 DÍAS EN MILÁN

Mi hermana y yo nos llevamos muchos años, así que siempre hemos estado en momentos vitales muy diferentes. Uno de nuestros deseos por cumplir era poder hacer un viaje las dos juntas, pero era complicado encontrar el momento. Que tu hermana acabe los estudios y se vaya a trabajar a la otra punta del mundo, tampoco ayuda.

El caso es que en 2023 vimos que había llegado el momento perfecto y elegimos Waynabox para nuestra primera aventura juntas.

¿En que consiste Waynabox? Básicamente contratas un viaje sorpresa y hasta 3 días antes de irte no descubres a donde. Tienes una lista de sitios, pero te puede tocar cualquiera de ellos. Puedes descartar uno gratis o más pagando un extra, por si te sale una ciudad a la que no quieras ir. A partir de ahí, indicas los días y ellos te cogen los vuelos y el hotel. Puedes añadir otros extras como el desayuno, elegir horas de vuelo o seguro de cancelación.

En cuanto al tipo de viaje, puedes elegir visitar una ciudad europea, una isla, una ciudad española, etc. y también puedes definir cuantos días quieres que dure el viaje.

En nuestro caso nos decidimos por el viaje a una ciudad europea de 3 días (2 noches), que cuesta entre 150 - 200€ por persona, según las fechas.

De la lista de opciones había muchas que nos gustaban porqué nunca habíamos estado y otras a las que no nos importaba volver a ir, así que todo bien.

Eso si, nos auto-pusimos una norma. Como supongo se nota, yo soy muy friki de preparar hasta el último detalle de cada viaje, programándolo todo y leyendo mucho sobre el sitio que voy a visitar, así que decidimos ponerme un reto: Mi hermana era la única que iba a saber donde íbamos y, por tanto, iba a preparar la escapada cuando le dijeran el destino. Yo no supe nada de nada hasta llegar al aeropuerto.


Como habéis podido leer en el título, nuestro destino fue Milán. Ninguna de las dos lo conocíamos y nos pareció genial.

Nuestro vuelo de ida salía a las 8 de la mañana del viernes, así que perfecto para aprovechar bien el primer día. (El compromiso de Waynabox es garantizarte mínimo 48h completas en tu destino).

Para llegar desde el aeropuerto a la ciudad, cogimos uno de los trenes que salen desde el mismo aeropuerto y que te dejan en alguna de las estaciones de Milán. Hay varias, por lo que puedes elegir la que te quedé más cerca de tu destino o del metro que necesites coger. 

El hotel que nos habían cogido, Starthotels Business Palace Milán, no estaba en el centro de la ciudad, pero si muy bien comunicado con la principal línea de metro de la ciudad. La habitación estaba estupenda y nos pareció una muy buena elección.


Fue nuestro primer destino al llegar a la ciudad para poder dejar las maletas/mochila con las que viajábamos.

Completado el check-in, mi hermana había decidido que nuestro primer día de escapada lo íbamos a usar para visitar el Lago di Como.

Para llegar hasta allí fuimos a la Stazione Central desde donde salía el tren con destino a Como.

Aprovechamos para comer algo en la estación, que se nos había echado la hora de comer encima.

Una vez en Como nos dedicamos a pasear por sus calles, recorrer la orilla del lago y descubrir esta pequeña población que, pese a no hacer calor y llover a ratos, nos pareció que estaba muy concurrida.

En pleno verano tiene que ser una pasada y estar realmente abarrotada.

En Como pasamos unas 3 horas y nos fuimos con la sensación de haberlo podido ver bien.

De vuelta en Milán, compramos provisiones en un super y cenamos algo, pero antes de ir al hotel decidimos que no podíamos irnos a dormir sin antes haber visto por primera vez el Duomo de Milán. Quizás sea el edificio más famoso de la ciudad y queríamos echarle un primer vistazo ya de noche, iluminado de una manera mágica y espectacular.


Empezamos nuestro segundo día en la ciudad desayunando fuerte en el buffet del hotel. No habíamos pagado el extra del desayuno, pero nos lo incluyeron en Waynabox, así que ¡perfecto!

La primera actividad del día, organizada por mi hermana, fue la visita a la terraza panorámica del Duomo. ¡Que gran idea tuvo y que increíble de ver! Tras subir 250 escaleras (existe la opción de subir en ascensor pagando un poco más) y llegar a una altura de 70 metros sobre el suelo, pudimos pasear entre las agujas superiores del templo y disfrutar de las vistas sobre la plaza, las galerías de Vittorio Emanuele II y la ciudad en general.


El Duomo tiene 135 agujas y unas 3400 estatuas. En el recorrido por la terraza las podrás ver bien de cerca.

Si tenéis pensando visitar la ciudad, os lo recomiendo muchísimo.

¿Sabíais que se pueden apadrinar las agujas del Duomo? Nos pareció realmente curioso y fantaseamos con cual elegiríamos cada una.

Una vez de vuelta en la plaza del Duomo, entramos en las Galerías de Vittorio Emanuele II, una construcción elegante, de techos altísimos culminados por unas bóvedas de cristal donde se encuentran las tiendas y establecimientos más emblemáticos y lujosos de la ciudad. 

Por algo Milán es la capital de la moda.

En las mismas galerías nos decidimos a visitar el Leonardo3 Museum, un museo dedicado a las obras de Leonardo Da Vinci, del que somos bastante admiradoras.

No estuvo mal, pero la verdad es que esperábamos más para el precio que tenía la entrada.

Está ubicado en la salida de las galerías que da a la Plaza de la Scala, donde se encuentra la Ópera de Milán. Aprovechamos para ver el edificio por fuera al salir del museo.


De ahí nos dirigimos a la Piazza Mercanti, una pintoresca plaza céntrica que conserva el ambiente medieval de sus edificios, muchos de ellos, muy representativos de la época, y seguimos caminando por la Via Dante, donde hicimos parada para comernos un helado, hasta llegar al Castillo Sforzesco.

En esta emblemática fortaleza de la ciudad pueden visitarse varios museos, como el Museo de Arte Antiguo, el Museo Egipcio o la Pinacoteca.

Nosotras cruzamos el complejo y paseamos por los jardines que hay detrás del castillo hasta acabar llegando al Arco della Pace. En toda esta zona se estaba celebrando algún tipo de acto político y estaba lleno de gente portando banderas. No nos quedamos mucho tiempo porqué apenas se podía avanzar.

Se aceraba la hora de comer y decidimos seguir andando dirección a Navigli, un barrio de la ciudad rodeado de canales y con un encanto especial. Además había muchos puestos callejeros que vendían todo tipo de cosas.

Comimos en La Pizzeria Tradizionale (https://maps.app.goo.gl/gprMBjLUTfLMT2sKA), un local típico en Naviglio Grande y donde nos pedimos unas de las mejores pizzas que hemos comido nunca.

Para bajar la comida, seguimos paseando por los alrededores de los canales hasta que decidimos coger la calle Corso di Porta Ticinese para volver hasta el centro de la ciudad.

Esta calle está llena de tiendas, sobre todo de tipo más comercial y, al ser sábado, estaba llena de gente y con mucha vida.

Seguimos por la Via Torino, hasta llegar de nuevo a la Plaza del Duomo.


Seguimos paseando y descubriendo la ciudad yendo por el Corso de Vittorio Emanuele II y después por el Corso Venezia, donde paramos a tomar algo. Acabamos llegando a los Jardines de Indro Montanelli donde descansamos las piernas un rato aprovechando este pulmón verde la ciudad.

A estas alturas del día llevábamos muchos kilómetros en las piernas y el cansancio se empezaba a notar.

Seguimos recorriendo el área del Cuadrilátero de la moda, también conocido como el Quad d'Oro, una de las zonas de tiendas más exclusivas de la ciudad. Podéis encontrarlo en las calles Via Monte Napoleone, Via Alessandro Manzoni, Via della Spiga y Corso Venecia. No pensábamos comprar nada, pero nos parecía curioso ver el ambiente y el tipo de clientela que se movía por la zona.

Acabamos volviendo a la Plaza del Duomo y decidimos que el dolor de pies había ganado la batalla y que siendo ya las 20h, habíamos aprovechado suficiente el día. Nos compramos unos pokés y de vuelta al hotel para descansar.


El domingo teníamos el vuelo a mediodía y nos hubiese dado tiempo de ver alguna pequeña cosa más, pero estábamos realmente cansadas, nos pesaban las mochilas y decidimos ir con calma hasta el aeropuerto y dar la escapada por terminada.


Seguramente nos dejamos cosas por ver o podíamos haber gestionado los días de manera diferente, pero ambas nos fuimos con buenas sensaciones y creyendo que habíamos podido conocer prácticamente todos los puntos importantes de la ciudad.

Ya de vuelta, leyendo otros posts vi que seguramente el punto importante que nos dejamos fue el Cementerio Monumental de Milán, pero siempre dicen que si te dejaste algo por ver, ya tienes excusa para volver.

Y tú, ¿Crees que nos dejamos algo más? ¿Qué me recomiendas si vuelvo a la ciudad?



Para terminar, permitidme una reflexión: Milán es la ciudad de la moda, el lujo, las compras y está llena de tiendas, pero me sorprendió muchísimo que apenas hay tiendas para turistas. Es decir, hay muuuuy pocos sitios en los que comprar souvenirs o recuerdos típicos de la ciudad.

A mi que me encanta ver tiendas de souvenirs, esto me dejó en shock. Es una tontería porqué obviamente no viajas para ver tiendas (normalmente), pero yo que tengo esta costumbre, me quedé algo a cuadros.



Comentarios

Entradas populares de este blog

SEMANA SANTA EN LYON

DESCARGANDO ADRENALINA: PORT AVENTURA!

DISFRUTAR DEL INVIERNO: PORT DEL COMTE