7 DÍAS EN BUDAPEST

Volvamos atrás en el tiempo, de nuevo a 2019, pero esta vez al mes de Junio.

Junto a mi familia organizamos un viaje a la capital de Hungría, Budapest. Ninguno la conocíamos, aunque muchos conocidos nos lo habían recomendado, y nos apetecía mucho recorrerla a fondo. Tuvimos 7 días para perdernos por sus barrios y su historia, acompañados de una ola de calor histórica que nos limitó en algunos momentos, pero que pudimos llevar mejor gracias a uno de los balnearios más famosos de Europa.

Pero no nos adelantemos. Como siempre, vayamos desgranando nuestro viaje por partes.

Situada a orillas del Danubio, Budapest en realidad son 2 ciudades: Buda con su aspecto más medieval y sus palacios, nos espera en la orilla derecha, mientras que Pest, el núcleo más comercial y político, está en el lado izquierdo.

TRANSPORTE PÚBLICO

La ciudad cuenta con un amplio sistema de transporte público, con autobuses, tranvías y metros que nos permiten desplazarnos más rápidamente y cubrir algunas de sus distancias. El metro es realmente singular, sobre todo la línea M1. Es una de las redes de metro más antigua de la Europa central.

En nuestro caso optamos por comprarnos un bono de 7 días para poder desplazarnos libremente. Nos costó 4950Ft, o lo que es lo mismo, 12,50€ por persona.

ALOJAMIENTO

Como siempre que viajamos el grupo, nos decidimos a alquilar un apartamento a través de Booking. En esta ocasión elegimos este que os dejo: 

SIMPLY THE BEST DESIGN FLAT ≡ Budapest, Hungría ≡ Tarifas de Reserva Más Económicas en Simply The Best Design Flat en Budapest, Comodidades (go-budapesthotels.com)

Un apartamento de 2 habitaciones perfectamente equipado y con todas las comodidades que se puedan necesitar. Situado junto al edificio de la Opera, nos daba una ubicación perfecta como punto de partida para conocer la ciudad.

Nos sorprendió mucho que la mayoría de edificios donde están los apartamentos son algo ruinosos por fuera y tienen patios comunitarios en bastante mal estado, pero después, una vez dentro del apartamento, el mundo cambia por completo. Comentándolo con otros turistas, vimos que era una tendencia en casi todos los casos. Se invierte realmente muy poco en la conservación de las zonas comunes de los edificios.

LLEGADA

Llegamos a Budapest en un vuelo directo Ryanair. 

Para llegar hasta el centro de la ciudad tomamos uno de los 2 autobuses directos. Según en que zona tengas el alojamiento, os saldrá más a cuenta coger uno u otro.

No veo necesario contratar transportes privados o taxis ya que, realmente, está muy bien conectado y sin tener que hacer conexiones, pero obviamente, todas las opciones son válidas.

DÍA 1: LLEGADA A BUDAPEST Y 1R PASEO DE RECONOCIMIENTO

Llegamos a Budapest sobre el mediodía y entre que llegamos al apartamento y dejamos las maletas, se nos hizo la hora de comer.

A pocos metros de nuestro apartamento encontramos un restaurante italiano, Trattoria Cardinale (https://maps.app.goo.gl/6enSqaPPHjH29biRA), que tenía muy buena pinta y decidimos comer allí. Gran acierto.

Tras la comida quisimos empezar a conocer rincones de Budapest empezando por cruzar el famoso Puente de las Cadenas, sobre el rio Danubio. Fue el primer puente de la ciudad y aunque se ha tenido que reconstruir en varias ocasiones, siempre se ha mantenido su estructura original.

A lo largo de nuestra estancia en Budapest, lo acabaremos cruzando múltiples veces. Seguro que vosotros igual, pero es imprescindible cruzarlo al menos una vez por la noche, iluminado, junto al resto de edificios emblemáticos de la ciudad.

Tras cruzar el puente y las correspondientes 2000 fotos del lugar, seguimos paseando por la orilla del lado de Buda hasta llegar a la Isla de Santa Margarita, ubicada en medio del Danubio y pasado el emblemático edificio del Parlamento.

La isla es uno de los mayores pulmones verdes de la ciudad y un sitio que frecuenta la población para dar paseos, relajarse, picnics, etc. Nosotros decidimos recorrerlo alquilando un bicicleta tándem para 4 personas. Hay varios puestos de alquiler a la entrada de la isla y son unas magnífica manera de poder recorrer la isla en apenas 1 hora.

A destacar la fuente musical que en los meses de calor funciona dos veces al día y nos regala un espectáculo de fuentes moviéndose al ritmo de canciones actuales.

Tras nuestro recorrido por la isla y echarnos unas risas con el tándem, paramos un buen rato en el puente de Margarita, punto de entrada de la isla, para tomar otras 2000 fotos del edificio del Parlamento Húngaro, una de las imágenes más reconocibles de la ciudad.

Tras ello, seguimos paseando por la zona de Pest en dirección al apartamento, pero sin mirar mucho el mapa, solo disfrutando del paseo.

DÍA 2: BUDAPEST, ASÍ, EN GENERAL

Para nuestro segundo día de viaje, contratamos el Freetour de Budapest con freetour.com (Free Tour de Budapest en Español - Budapest | FREETOUR.com)

Este tour, de 2h y media de duración sale de la Basílica de San Esteban, en la zona más céntrica de Pest y nos lleva a conocer la historia general de la ciudad y como se han convertido en el país y nación que son a día de hoy.

En el recorrido, siempre a pie, se vuelve a cruzar el puente de las cadenas y nos llevará a subir a la zona del castillo de Buda para acabar con la visión del Parlamento desde las alturas.

Como siempre comento, nos encanta poder disfrutar de un Free Tour en los primeros días de estancia porqué te dan una perspectiva histórica de la ciudad, te acompañan a los sitios principales y los guías acostumbran a hacer un gran trabajo. Además, si lo pides, acostumbran a recomendarte sitios tantos para visitar, como para comer.

Una vez acabada la visita y aprovechando que estábamos en lo alto de Buda, decidimos visitar el Bastión de los Pescadores y la Iglesia de Mátyás.

El Bastión de los Pescadores construido como monumento al gremio, es una estructura formada por torretas que dominan algunas de las mejores vistas sobre la zona de Pest. Su arquitectura es muy singular y, junto con las vistas que ofrece, se hace un imprescindible de la zona.

Tras volver al lado de Pest para comer, pusimos rumbo al Puente de la Libertad, una gigantesca estructura de acero, ya verdoso por el paso de los años.

A poco metros de distancia del puente estaba el embarcadero de donde salía el crucero por el Danubio que llevábamos contratado. 

Hay muchas compañías que los ofrecen, de todos los tipos y para todos los gustos. No te voy a recomendar uno en concreto, pero si que te voy a recomendar que lo hagas. Las vistas que obtenemos de la ciudad desde el rio, lo valen completamente. Si ya llevábamos a estar alturas una cantidad ingente de fotos, imagina al bajar del barco.

Por si te queda la duda, nosotros lo contratamos con www.legenda.hu.

DÍA 3: CASTILLO DE BUDA, GRUTAS EN LA MONTAÑA Y PARLAMENTO

Pese a haber estado el día antes en la zona, volvimos al día siguiente para poder realizar la visita al Castillo de Buda, que nos había quedado pendiente.

El Castillo de Buda se trata de un recinto fortificado que incluye, el castillo, palacio real y toda una serie de construcciones elegantes. A día de hoy, dentro de estos edificios se pueden visitar varios museos.

Nosotros nos decidimos por la visita al Museo de Historia de Budapest, en el recinto del Palacio Real.

Tras la visita, que nos llevó entorno a un par de horitas, decidimos hacer una visita algo singular, pero que nos habían recomendado.

En el barrio de Buda, que se encuentra enclavado en una montaña, se descubrieron y construyeron toda una serie de grutas que sirvieron de refugio en épocas duras de la ciudad. Incluso una de ellas se usó como hospital durante la Guerra Mundial.

Existe la posibilidad de visitarlas y hacernos una idea de lo útiles que fueron en otros tiempos. Nosotros no pudimos visitar las que se usaron de hospital, pero si que pudimos pasar un rato divertido en el Laberinto (www.labirintus.eu) 

A las 16h habíamos sacado, vía internet, entradas para realizar la visita al edificio del Parlamento Húngaro. Es recomendable llevarlas cogidas previamente, sobre todo si viajáis en época de mayor tráfico de turistas. Hay tours en varios idiomas, incluido el español.

No se visita todas las salas que lo componen, pero vale la pena poder adentrarse en este magnífico edificio y conocer más sobre su histórica, arquitectura y función a día de hoy.

Tras la visita coincidió que justo pillamos el cambio de guardia y el descenso de la bandera. Como no podía ser de otro modo, soldados uniformados y muy coordinados realizan esta ceremonia que se alarga cerca de 30min. Nos quedamos a verlo por curiosidad.

Justo al lado del Parlamento, a orillas del Danubio, encontramos otro imprescindible de nuestra visita en la zona, aunque sea un doloroso recuerdo de lo que un día pasó en nuestro mundo y como la crueldad lo invadió todo. Los zapatos del Danubio es un conmovedor monumento que se compone de 60 zapatos de hierro alineados a orillas del río. Nos ayuda a no olvidar a los centenares de judíos que también murieron en este país entre 1944 y 1945.

Esa noche, tras la cena, decidimos salir a recorrer las calles principales y poder ver la ciudad iluminada de noche. Os recomiendo que podáis hacerlo, al menos un día. El Parlamento, el Puente de las Cadenas, el Castillo de Buda...

DÍA 4: LLEGÓ LA OLA DE CALOR; ¡VAYAMOS DE BALNEARIO!

En los días que llevábamos de viaje ya habíamos pasado muchísimo calor, y eso que estábamos aún a finales de junio, pero en este cuarto día en Budapest nos despertamos con temperaturas de récord que hacían casi imposible estar al aire libre.

Empezamos el día dirigiéndonos a visitar La Casa del Terror. Este singular edificio, hoy museo, fue en su día el cuartel general de los fascistas en el país, la Cruz Flechada, tanto antes como durante la Segunda Guerra Mundial. Después pasó a convertirse en el cuartel de la policía secreta.

A día de hoy, como decíamos, se trata de un museo que repasa la historia fascista en Budapest y todos los horrores que se cometieron en este edificio y en la ciudad en general.

Dado que, estar en la calle era imposible, para este día decidimos pasar el resto de la jornada en el Balneario Szécheny. Situado en el parque Városliget, se trata de uno de los varios balnearios que hay en la ciudad y quizás el más famoso.

Fue inaugurado en 1913. Este complejo incluye multitud de piscinas cubiertas y otras tantas al aire libre. Dispone de múltiples vestidores donde poder cambiarnos y, después nos moveremos por allí con la toalla y la chancletas. Hay armaritos distribuidos cerca de las piscinas para poder dejar las toallas.

También tiene diferentes oferta gastronómicas para poder comer allí sin tener que abandonar el recinto.

Con temperaturas exteriores cercanas a los 40 grados, pasar el día a remojo fue una gran idea. Probamos todas las piscinas que vimos, los ríos movidos por chorros de agua y las hamacas para los ratos de descanso.

Al salir, dando un paseo hasta el metro que nos llevaría de regreso al apartamento, descubrimos una tienda con un montón de tipos de cubos de Rubik diferentes. Nos explicó la dependienta que este cubo se inventó en Hungría, de ahí que lo pudiéramos encontrar por toda la ciudad.

DÍA 5: CENTRO DE PEST + TOUR BARRIO JUDÍO + RUIN BAR

Al siguiente día, la ola de calor seguía en pleno apogeo, pero ya se sabe, si tienes pocos días, no puedes someterte, así que salimos a la calle con la mejor de las intenciones y con ropa fresca.

Empezamos la mañana visitando la Basílica de San Esteban, en el centro de Pest. Las cúpulas son visibles desde cualquier punto de Budapest. Con sus 96m de altura igualan al Parlamento, que quiso respetar esta altura máxima.

Cabe destacar la cúpula principal y los mosaicos que adornan el edificio, así como la Santa Diestra, el antebrazo momificado de San Esteban.

Tras salir de la basílica, iniciamos el recorrido de la calle Váci Utca, una de las más famosas de la ciudad. Dividida en dos partes, la zona norte agrega los locales para hacer compras y la zona sur, los locales de restauración. Es una calle llena de vida, aunque este día, con las altas temperaturas, encontramos pocos transeúntes. 

La calle acaba en el Mercado Central lleno de puestecitos para comprar todo tipo de frutas, verduras, carnes, quesos, embutidos, etc. La zona superior tiene puestecitos de comidas que poder degustar allí mismo.

Para nuestra mala suerte, para cuando llegamos allí estábamos prácticamente deshidratados y nos empezamos a encontrar bastante mal. Lo que viene siendo un golpe de calor, así que buscamos un lugar donde poder sentarnos a comer, sobre todo beber, y recuperarnos.

No os mentiré, después de comer nos metimos en un Starbucks y ahí estuvimos hasta las 16.30h, en que nos armamos de valor y acudimos al Tour por el Barrio Judío.

En este tour pudimos descubrir uno de los barrios más tradicionales de Budapest, Erzsébetváros, en el que se encuentran las principales sinagogas de la ciudad, cada una dedicada a una rama del judaísmo.

Nos explicaron el paso de la Cruz de Flecha por la ciudad y como esta fue finalmente liberada por el Ejército Rojo.

El tour finaliza en la zona de los llamados Ruin Bars. Estos bares son el epicentro de la vida nocturna de la ciudad y una visita obligada si estás en Budapest.

Construidos en edificios prácticamente en ruinas, se han ido creando con objetos traídos de aquí y allá, apenas sin restaurar los interiores, pero con una identidad muy marcada.

Obviamente pedimos recomendación y al acabar el tour, nos fuimos a tomar algo a uno de ellos.

¿Nunca te has bebido un cerveza sentado en una bañera antigua de 4 patas? Aquí puedes hacerlo: Szimpla Kert.

DÍA 6: SINAGOGA, ÓPERA Y, DE NUEVO, AL PARQUE

Por recomendación de nuestro guía del día anterior, empezamos nuestro penúltimo día en la ciudad visitando la Gran Sinagoga de Budapest.

Si nos vais a imitar, intentad no ir en tirantes o pantalón corto, aunque allí os pueden proporcionar una especie de manteles de papel con los que taparos (siempre hay que respetar las costumbres de estos templos).

Esta sinagoga es la más grande de Europa. De estilo moriscobizantino, tiene una capacidad para 3000 feligreses y contiene en su interior un museo repleto de reliquias históricas y un Memorial del Holocausto.

Tras esta visita y hacer una pausa para comer, volvimos sobre nuestro pasos para visitar el edificio de la Opera. Ya que nuestro apartamento estaba al lado, nos pareció que no nos podíamos perder esta visita.

Para poder visitar el edificio hay que sumarse a una de las visitas guiadas que ofrecen. Nosotros habíamos comprado las entradas esa misma mañana, ya que normalmente se hacen a las 15 y 16h.

Una vez acabada la visita, nos cogimos el metro y volvimos a la entrada del parque Városliget, para recorrer la Plaza de los Héroes. En el centro encontramos el Monumento del Milenio, de 36m de altura y flanqueado por dos columnatas que representan los 7 jefes de la tribus que se establecieron en Hungría. 

Después recorrimos el lado este del parque hasta llegar al Castillo Vajdahunyad, un edificio singular que combina muchos estilos arquitectónicos diferentes. En su construcción pretendieron enseñar todos los estilos de arquitectura húngara en un solo edificio.

Viendo que el día se estaba portando y que a media tarde la temperatura había mejorado, decidimos darle una nueva oportunidad a Váci Utca y volver a recorrerla para acabar cenando en un restaurante que encontramos allí mismo.

DÍA 7: ÚLTIMOS PASEOS

En nuestro último día en la ciudad quisimos despedirnos bien del Parlamento y volvimos a sus inmediaciones para sacarle otras 2000 fotos más. Nos sabían a poco las que teníamos ;-)

Tras eso, cogimos un tranvía que nos llevó por toda la orilla del Danubio hasta el Puente de la Libertad, que cruzamos para poder visitar los alrededores y la entrada del Balneario Gellért, otro de los más conocidos de la ciudad y de un ambiente algo más selecto.

Para volver al apartamento y recoger nuestras maletas, volvimos a coger un tranvía que nos llevó por la otra orilla del río.

Y hasta aquí nuestros calurosos días en Budapest.

Realmente, volvimos enamorados y con muy buenas sensaciones. Es una de aquellas ciudades a las que no descarto poder volver en algún otro momento para seguir paseándola y descubriéndola.