DESCUBRIENDO ALSACIA (RUTA DE 1 DÍA)

 

Verano 2024. Nuestro destino ha sido la Selva Negra, en Alemania, pero aprovechando la cercanía de esta zona con la región de Alsacia, en Francia, decidimos cruzar la frontera por un día y adentrarnos en 4 de sus pueblos más representativos.

Seguramente 1 día no es suficiente y habrá que volver, a poder ser en fechas cercanas a Navidades para descubrir como esta zona se engalana y se llena de mercadillos navideños, pero consideramos que hicimos una buena primera exploración y nos fuimos con una gran satisfacción por lo visto.


Alsacia es una región que se encuentra el noroeste de Francia, haciendo frontera con Alemania (el rio Rin) y con Suiza. Es considerada por muchos como una de las regiones más bonitas de Europa.

Sus pueblos de cuento, rodeados de viñedos, ríos y bosques, le dan un toque mágico y hacen que recorrer la zona valga cada minuto dedicado.


A mi manera de ver, la mejor forma de conocer esta zona es haciéndolo en coche. Desconozco como están las conexiones en transporte público, aunque seguro que también puede hacerse.

Nosotros llegábamos desde Alemania, habiendo volado a Stuttgart, pero también hay aeropuerto en Estrasburgo y en Basilea, justo en la frontera suiza.

Cuidado si llegáis a otro país y queréis cruzar a Francia. A nosotros nos hicieron pagar un extra por sacar el coche de Alemania. Revisad bien las condiciones de la empresa de renting que contratéis.


Aunque solo tuvimos un día para conocer la zona y hubo que darle algo de caña, pudimos conocer 4 de sus ciudades/pueblos. Os cuento más a continuación:


ESTRASBURGO

Capital de la Alsacia y sede del Parlamento Europeo y del Consejo de Europa, esta ciudad concentra todo lo que esperamos encontrar en la zona; canales, casas típicas con los entramados de madera en la fachada, gastronomía que mezcla la cocina francesa con la alemana...

Fue nuestra primera parada del día. Habíamos contratado un freetour para poder conocerla con más detalle, pero por un pequeño problemilla técnico tuvimos que anularlo. Lo lamentamos mucho porqué estamos convencidos de que nos habríamos llevado mucha más información y nos hubieran enseñado rincones que no llegamos a ver.

Os dejo algunas propuestas, así como el que habíamos cogido nosotros.

Como había que hacerlo por nuestra cuenta, dejamos el coche en el Parking Saint-Nicolas, céntrico y con buenos precios, y echamos a andar hacia la Catedral de Notre-Dame y su plaza.

La Catedral puede visitarse de manera gratuita, aunque se forman unas colas considerables. Se trata de un altísimo edificio de arenisca roja coronado por una única torre de 142m de altura.

Nosotros llegamos por una pequeña calle y nos sorprendió sus dimensiones y que se encuentra a pocos metros del resto de edificaciones.

Si queréis subir a su torre o visitar el reloj astronómico que hay en su interior, si que tendremos que pagar una entrada a parte.


Callejeando, a nuestro estilo, acabamos descubriendo otros rincones de la ciudad como la Place Gutemberg, donde encontramos un mercadillo, o la Place Kléber, centro neurálgico de la ciudad y con mucha vida.

Aunque, para nosotros, el plato fuerte de Estrasburgo fue llegar a la zona de la Petit France. Es algo así como un ¡Bienvenidos a Alsacia!.

Se trata de un barrio peatonal muy bien conservado, llenos de las casas típicas de la región y construido entre canales. Aunque os recomiendo perderos por sus calles y las plataformas sobre los canales, quizás las calles más bonitas son Bains-aux-Plantes y Grand Rue.


Si vais a visitar la zona y disponéis de más días, creo que Estrasburgo bien vale para dedicarle un día entero. Existe tarjeta turística que incluye muchas de las atracciones que la ciudad ofrece, así como tarjeta para uso ilimitado de la red de transportes de la ciudad (https://www.pass-alsace.com/lang/es)



RIBEAUVILLÉ

A 60km al sur de Estrasburgo, encontramos nuestra siguiente parada; Ribeauvillé. Otra población típica de Alsacia que nos dejó fascinados.

Una vez aparcas y entras en el pueblo, solo tienes que seguir la calle principal, la Grand' Rue, para conocerlo al completo. Todo el pueblo y lo más destacado se concentra en esta calle principal, que va pasando por diferentes plazas y que, con recorrerla, no permite conocer lo mejor de esta población. Además, al menos a nosotros, nos dejó fascinados que el pueblo es mucho más grande de lo que parece. Si le sumamos que parábamos cada poco a sacar fotos de las fachadas de la casas, quizás todavía no pareció más grande de lo que era.

Quizás uno de los puntos que hace más especial esta población es que está completamente rodeada de viñedos porqué está situada en la Ruta del Vino.


COLMAR

Seguimos 10km más hacia el sur para llegar a Colmar, otro de los tesoros arquitectónicos de la región de Alsacia. También conocida como "La pequeña Venecia de Francia".

Esta ciudad está muy bien comunicada con Estrasburgo por tren, así que si no lleváis coche, al menos la conexión entre ambas, la tenéis asegurada.

Colmar es una pequeña ciudad que destaca por su casco antiguo de estilo gótico y sus casas con el entramado de madera que son tan típicas de la zona. Sus calles empedradas y los canales, le dan un toque mágico y nos invitan a perdernos y pasear por ellas.

Aquí encontraréis la misma mezcla que comentábamos en Estrasburgo. Veréis que la ciudad combina su esencia francesa con toques muy alemanes, dada la cercanía del país vecino.

Como voy diciendo todo el rato (perdón por ser repetitiva), si vais con más tiempo, yo optaría por hacer otro freetour en esta ciudad. Por más que puedas recorrer las mismas calles que harías por libre, siempre te van a contar cosas que no sabías y te irás con un visión mucho más ajustada de la ciudad. Os dejo algunas propuestas:


EGUISHEIM

Eguisheim o, el pueblo de la Bella y la Bestia, es un pequeño pueblo de cuento de hadas que parece sacado de algún catálogo de historia medieval.

Es pequeño, está fortificado y tanto su calle principal como las calles "anillo" que lo convierten en un círculo casi perfecto, nos invitan a recorrerlas de la primera a la última disfrutando de cada uno de los detalles que nos ofrece esta población y de sus maravillosas fachadas de colores.

Aquí todos los coches se dejan a la entrada, en un parking de pago donde encontramos baños públicos y donde sale un trenecito que recorre alguna calle del pueblo y los viñedos que lo rodean.

En nuestro caso, sacamos fuerzas de nuestras piernas que llevaban ya más de 20.000 pasos y decidimos recorrer a pie cada una de sus pequeñas calles.

Para mi, es uno de los pueblos más bonitos que he visitado nunca. Había leído mucho sobre él y visto algunas fotos, pero no esperaba enamorarme tanto como lo hice una vez allí.

Visita obligada sin ninguna duda.


Y hasta aquí nuestra pequeña ruta de iniciación a la región de Alsacia. Aunque empezamos prontito por la mañana y dedicamos todo el día, somos conscientes de que nos quedaron cosas por ver en Estrasburgo y en otros pueblos de la zona.

También nos quedamos con ganas de algún freetour y quizás de conocer la zona en época navideña, pero aun así, volvimos diciendo que habíamos podido conocer una nueva zona de Europa que nos ha sorprendido muy, pero que muy gratamente.


¿Y tu? ¿Has estado en Alsacia? ¿Qué recomiendas de la zona? 

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